Que un teléfono se caiga o golpee puede significar preocupación, pero difícilmente será su fin. ¿Qué sucedería si un dispositivo se cae al Metro y debe permanecer 24 horas en la línea? Es lo que sucedió a Felipe Barra, Máster Trauner de la marca, quien sufrió un accidente cuando su V40 SE cayó a las vías del Metro. A pesar de estar bajo el paso de trenes a gran velocidad, el dispositivo siguió funcionando y Barra cuenta su historia.
«Estaba en la estación, escuchando música con mis audífonos bluetooth cuando el teléfono se me escapó de las manos, producto del choque de una persona. Casi sin darme cuenta, el dispositivo terminó cayendo entre las vías del Metro. Vi cómo el tren pasaba sobre él, hubo un sonido muy fuerte y en ese momento asumí lo peor», relató Barra.
Lo que sucedió a continuación superó sus expectativas. El teléfono, a pesar de estar atrapado bajo los trenes y ser golpeado por el paso de las ruedas a gran velocidad, siguió funcionando y emitiendo música con normalidad. «Cada 40 segundos pasa un tren por la estación, lo que significa que en promedio el teléfono estuvo bajo 1.200 vagones de Metro pasando sobre él», explicó Barra. «Sumando a esto el calor, la electricidad y los campos magnéticos de los trenes; nunca imaginé que el teléfono seguiría funcionando.»
Al rescate
Por las estrictas normas de seguridad, Metro de Santiago no permite detener el servicio para recuperar objetos caídos entre las vías. En este caso, el personal del servicio de transporte informó que debía esperar hasta que se pudiera realizar la recuperación en un horario de menor tráfico. Instaron a Barra a regresar al día siguiente para recuperar su teléfono sin poner en riesgo la operación del servicio.
«Al llegar a la oficina, me conecté a WhatsApp Web y vi que todo seguía funcionando, sin interrupciones. Incluso pude ver el nivel de batería restante y localizar el teléfono sin problemas», comentó.
A pesar de que el teléfono estuvo sometido a estas condiciones extremas, Barra no dejó pasar la oportunidad de probar qué tan funcional seguía siendo el dispositivo. «Cuando finalmente pude recuperar el V40 SE al día siguiente, la pantalla estaba rota, pero el teléfono seguía funcionando. Pude conectarme al bluetooth, hacer llamadas y hasta cargarlo, recuperando el 80% de su batería en media hora», aseguró.
El V40 SE no cuenta con una certificación IP tan alta como otros modelos de vivo, pero su diseño robusto y las rigurosas pruebas a las que son sometidos todos los dispositivos de la marca le dieron la resistencia necesaria para sobrevivir a esta situación. «Si bien no está diseñado para resistir situaciones extremas como esta, las pruebas de caída y de uso prolongado en los laboratorios de vivo aseguran que el teléfono soportará un uso diario sin problemas», explicó Barra.
Aunque el teléfono sufrió daños visibles, la reparación fue considerablemente más económica que adquirir uno nuevo. «Al final, estar sin teléfono unos días no fue tan grave. El costo de la reparación no se compara con lo que significa adquirir otro. Lo importante es que, aunque la estética se vio afectada, lo esencial del teléfono siguió intacto», concluyó Barra.
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