Este 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, fecha proclamada en el año 2014 por el Consejo de las Naciones Unidas, con el objetivo de rendir tributo y visibilizar el rol de la mujer en el emprendimiento.
No existe ninguna receta que pueda garantizar el éxito de un emprendimiento. Se trata de un camino lleno de desafíos y aprendizajes. El más importante hoy: cómo convertir las herramientas digitales en aliadas estratégicas para impulsar cualquier proyecto.
Emprendedoras Conectadas apunta a eso. Esta iniciativa se creó en 2019, como parte del Programa de Impacto a la Comunidad del Centro de Datos de Google en Quilicura, y de la mano con Fundación Kodea. Su objetivo es entregar habilidades digitales (en marketing digital, venta online y educación financiera) para dar visibilidad a los emprendimientos de subsistencia de cientos de mujeres y dar así un paso definitivo a sus vidas.
Josefina Pizarro y su emprendimiento de artesanía y joyas de cerámica es algo así como la alumna destacada de este proyecto. Pero no siempre pensó en dedicarse a un emprendimiento. “Mi abuelita, que era muy sabia, siempre me decía que era importante para las mujeres tener nuestro propio dinero”, dice Josefina Pizarro, un caso digno de destacar en el Día Internacional de la Mujer Emprendedora.
El consejo de su abuela lo tomó al pie de la letra. Hasta hace no mucho tiempo, Josefina trabajaba vendiendo lencería en una gran tienda. “Y me iba bien”, recuerda. Pero un problema de salud la obligó a renunciar. Al poco tiempo se separó de su marido y su vida cambió en un 100%.
“Todo eso me llevó a replantearme un montón de cosas”, cuenta. Partió por hacer un curso de cerámica, un tema pendiente con ella misma. “Siempre quise aprender cerámica porque encontraba fascinantes los colores, los matices, los brillos y cómo crear algo desde cero. Me encanta tomar un pedazo de barro y transformarlo en algo que después sea tan hermoso. La cerámica tiene mil posibilidades de hacer cosas”, dice.
“También fue una forma de expresarme y de fluir hacia afuera, porque siempre fui artesana, siempre fui artista, pero me costó reconocerme como tal. Y en la vida una pasa tantas cosas. Estuve muy enfocada en los hijos y de repente te das cuenta que no te enfocas en lo que realmente quieres hacer para ti. Me enfoqué mucho en darle a los demás y a veces di mucho y me pasó la cuenta porque me fui quedando como vacía por dentro”, reflexiona.
En la cerámica encontró su nicho, su pasión y las ganas de vivir de eso. Pero también con lo que sucede con muchos emprendedores: más allá del talento, no tenía idea de cómo promocionar su negocio en redes sociales, no sabía de estrategias de venta, plataformas digitales ni nada por el estilo.
Josefina Pizarro es una de las 56 egresadas que Emprendedoras Conectadas tuvo este 2024. “Me ayudó mucho, sobre todo en eso de poder proyectar mejor mi voz, mi mensaje. He aprendido de herramientas digitales, de cómo poder manejar bien mi instagram, definir los pilares del contenido también. Me dio más confianza, he aprendido a ser disciplinada, a usar agenda digital e introducirme en el mundo del ecommerce. Fue un antes y un después, le dio un plus a mi trabajo”, destaca.
En su ciclo de talleres, que tuvo cinco sesiones, el programa contó con un promedio de 180 mujeres conectadas, que este año por primera vez estudiaron temáticas relacionadas con Inteligencia Artificial, como “La IA en mi vida cotidiana”, “Cómo usar Gemini para mejorar mi estrategia de ventas”, “Generando textos e imágenes atractivas” y el taller práctico “Emprendedoras empoderadas con IA”. Las graduadas de este se suman a las más de 1.000 emprendedoras beneficiadas por este proyecto desde sus inicios.
“Yo algo sabía de la Inteligencia Artificial antes de ingresar al curso. Tenía una aplicación instalada en mi teléfono, pero no la usaba tanto. Pero luego de participar en Emprendedoras Conectadas aprendí a sacarle partido. Por ejemplo, si necesitaba postular a algún fondo relacionado con el emprendimiento, le contaba todo a la IA, con detalles, y luego le pedía que lo resumiera y lo dejara en una mejor versión. Ahora le pregunto cosas más complejas, como que me ayude a diseñar una estrategia para posicionar mejor mi emprendimiento. Me hizo una lista de cosas y directrices que podía hacer. Me dio una visión más amplia para poder gestionar mi emprendimiento y posicionarme dentro de este mercado específico”, cuenta.
“Ahora hasta le converso a la inteligencia artificial, jajaja. Le hago bien el prompt (en resumen, la instrucción que se le da a la IA) y le detallo algún problema que tenga, y así le pido que me entregue algunas ideas para solucionarlo”, agrega.
La de Josefina es una historia de superación personal que tuvo su punto alto en septiembre. Una conocida de la diseñadora chilena Susana Arredondo le recomendó visitar el stand que la artesana tenía en un centro comercial de Quilicura. “Me contó que la habían invitado a la Semana de la Moda en Nueva York y estaba buscando joyas para que hicieran juego con sus diseños. Le mostré la foto de los productos nuevos que estaba haciendo para la siguiente colección. Me dijo que le gustaban unos aros y un collar en forma de cuencos de cerámica”, cuenta.
Así fue como sus joyas le añadieron un toque especial los diseños de Susana Arredondo en Nueva York, quien asistió a la cita fashion invitada a una cápsula que destacó a diseñadores latinos.
“Con mi hija se nos cayeron unas lágrimas cuando me enteré. Fue súper emocionante para mí, porque nunca pensé que iba a llegar a un desfile internacional con este trabajo que nació, como yo digo, del alma, con el deseo de sacar muchas cosas que tenía contenidas”, cuenta la emprendedora.
Deja tu respuesta