Ya comenzó la primavera, los días estás más calurosos y después del “18” es muy común escuchar frases como “estoy a dieta”, “hay que prepararse para el verano”, “tengo que bajar de peso para las vacaciones”, así como también, aumenta la gente que se inscribe en los gimnasios con el objetivo de llegar “bien” a la época de calor, piscina y playa. Pero, ¿está bien “prepararse” para el verano o es un error?
Bárbara Moreno, nutricionista de Clínica Talus, es enfática en señalar que “lo primero que debemos entender es que el verano es una fecha más, como cualquier otra, y que nuestro cuerpo no debe verse de ninguna manera específica para poder disfrutar de todas las virtudes de esta época del año: piscina, playa, sol, reuniones al aire libre, etc. En segundo lugar, querer “prepararnos” y modificar nuestro cuerpo y/o peso corporal en un pequeño plazo de tiempo puede acarrear muchas consecuencias nutricionales y también psicológicas, ya que para lograr una pérdida de peso en un corto tiempo debemos realizar una restricción de calorías muy severa que -entre otros efectos- puede generar a nivel físico alteraciones hormonales, efecto rebote, pérdida de masa muscular, etc. Y a nivel psicológico nos encontramos con que una dieta restrictiva nos genera mala relación con los alimentos, trastornos de la conducta alimentaria, irritabilidad y mal humor”.
En tanto que, Gabriel Arrieta, quiropráctico y kinesiólogo, comenta que “el principal error que se comete en estas fechas es querer comenzar a hacer repentinamente mucho ejercicio “porque se viene el verano” en lugar de hacer ejercicio todo el año. El ejercicio nunca debe ser considerado una herramienta temporal para la pérdida de peso y siempre debemos recomendar que la población mantenga un estilo de vida activo. La sobre carga de entrenamiento, y más aún si es sin supervisión, puede tener consecuencias físicas graves como lesiones musculo esqueléticas y hasta rabdomiólisis, que es una patología donde la descomposición del tejido muscular libera el contenido de las fibras musculares en la sangre, sustancias que pueden dañar el riñón”.
Consejos para mantener una vida saludable sin riesgos
Por supuesto todo extremo en la vida, es más perjudicial que beneficioso, y tampoco es algo que se puedan mantener a largo plazo, para los especialistas, lo esencial es lograr un equilibrio, aprender a comer de manera consciente y realizar actividad física de manera constante, pero sin obsesionarse con el peso ni el aspecto físico, sino más bien hacerlo por salud mental y tener un organismo sano. Algunos consejos para conseguirlo son:
1.- No hacer dieta: ¡Sí leíste bien! Hacer dieta es uno de los principales errores que se cometen día a día. “Lo mejor es tener un estilo de alimentación saludable y flexible que permita alcanzar los objetivos nutricionales de manera progresiva y sostenible. Hay que aprender a comer de manera saludable y sencilla, sin sufrir y sin pasar hambre privándonos de todo”, explica Bárbara Moreno, nutricionista.
2.- Organizarse: Con la vorágine de la rutina diaria, sin duda,se tiene poco tiempo, siendo esencial lograr organizar y anticiparse a lo que se viene en la semana. Por lo tanto, realizar una técnica de preparación de alimentos como mealprep o batch cooking, permite tener alimentos saludables y disponibles para toda la semana sin estar esclavizados a la cocina, así como también, reducir la tentación de pedir comida rápida de manera constante.
3.- Buscar un deporte o entrenamiento que te guste: “Esto es esencial para lograr adherencia al ejercicio y debemos invitar a la población a incursionar en distintos deportes y/o disciplinas hasta encontrar una que les guste y les permita disfrutar de la actividad física. Es importante que esto nos genera placer, de lo contrario la posibilidad de que las personas se mantengan adheridas al ejercicio y transformen esto en un estilo de vida es baja”, explica Gabriel Arrieta, quiropráctico y kinesiólogo de Clínica Talus
4.- Hacer actividades grupales: Metodologías de entrenamiento como el crossfit, las clases grupales de ejercicio funcional grupales, el OCR y otros han tomado cada día más protagonismo en las disciplinas que los chilenos prefieren. Esto no es sólo por el disfrute que les genera esta actividad, sino también porque al ser clases grupales, conocen a otras personas y se crean redes en torno al nuestro deporte, lo que favorece la adherencia al ejercicio, mejoras en la salud física y mental de las personas.
Por último, es importante señalar que lo ideal es siempre recurrir a la asesoría de un profesional que pueda guiar al paciente de acuerdo a sus necesidades y objetivos. Además es esencial fijarse metas realistas, que sean posibles de lograr y que no generen mayor ansiedad o frustración. “Más que prepararnos para el verano o una época específica del año, el llamado es a ser constantes y mantener un estilo de saludable para prevenir enfermedades como el colesterol alto, la obesidad, diabetes, e incluso el dolor crónico, u otras patologías que se puede generar por una mala alimentación y falta de actividad física”, aconseja Bárbara Moreno, nutricionista.
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