Algunos afortunados podrán disfrutar del fin de semana largo o incluso la semana completa de vacaciones de fiestas patrias, para salir y escaparse de la rutina. Una ocasión para desenchufarse y alejarse de las actividades diarias. También es una oportunidad para visitar familiares o conocer nuevos lugares y por supuesto, disfrutar de las comidas. ¿A quién no le gusta tomarse un descanso de la dieta habitual?
Sin embargo, irse de vacaciones no significa tener que olvidarse de la buena nutrición. “Pueden viajar, comer saludable, explorar nuevos sitios y aun así darse gustitos ocasionales siguiendo algunas simples sugerencias” dice Susan Bowerman, directora Sénior de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial en Herbalife Nutrition:
Beber
El inicio de la primavera y el verano evocan imágenes de brebajes sabrosos, coloridos, pero también pueden estar repletos de calorías derivadas del alcohol, jarabes azucarados y jugos. Eviten la tentación de excederse con las bebidas dulces y limiten la cantidad manteniéndose hidratos con agua, té común o agua mineral. Durante los días calurosos, la hidratación cumple una función crítica para restablecer el agua que perdemos por la transpiración y nos ayuda a evitar el sobrecalentamiento.
Snacks inteligentes
Cuando se pasan el día caminando por la ciudad, o turisteando en pintorescos lugares, es probable que se encuentren con muchos snacks tentadores y puestos callejeros. Pero muchos de ellos están repletos de calorías, así que traten de limitarse a probar un trozo de uno o dos y compártanlos con la familia o amigos. Se tentarán menos si no tienen hambre, entonces antes de emprender el día, tomen un desayuno proteico y lleven algunos snacks saludables, tal como barritas proteicas, frutos secos y frutas.
A menudo los viajes incluyen sentarse junto a un lago o el mar. Si bien se deberían relajar y pasar tiempo leyendo, contemplando las vistas y distendidos, las vacaciones no significan que se olviden de hacer ejercicio con regularidad. Lleven las zapatillas, camine, baile. Hagan un seguimiento de los pasos diarios y, si pueden, vayan caminando a los sitios locales.
Busquen los verdes
En vez de recurrir al pan con mantequilla, comiencen cada comida con verdes. Las guarniciones de ensaladas y vegetales son una excelente forma de llenarse con comida saludable antes de recurrir a otras opciones. Traten de que el 50% de la comida sean vegetales que les permiten probar las delicias locales y, al mismo tiempo, mantener una dieta «mejor para ustedes».
Las investigaciones indican que existe una correlación entre dormir poco y comer demasiado. Cuando estamos extenuados, a veces usamos la comida (y no siempre comida saludable) en un intento por energizarnos. Viajar, particularmente a diferentes husos horarios, interrumpe los patrones de descanso habituales. En la medida de lo posible, traten de mantener el patrón de descanso habitual y también de levantarse a la hora de siempre. Usen una máscara para los ojos para oscurecer el ambiente y tapones para los oídos para reducir los ruidos. Y cuando vayan a desayunar, eviten los carbohidratos refinados y azucarados como panes, galletas o queques. En cambio, empiecen por hidratarse con agua, té o café solo y busquen proteínas saludables como huevos y yogur.
“Viajar durante las vacaciones es un momento para explorar nuevos lugares con la familia y los amigos. Alejarse de una rígida agenda no significa que su dieta saludable también se tomará vacaciones. La buena nutrición tiene que ver con el equilibrio y la moderación, así que prueben los platos locales y luego eliminen estas calorías extras con ejercicio. Disfruten y tómense unas vacaciones sin abandonar su compromiso con una dieta saludable”, concluye Susan Bowerman.