Casi dos años después de que la educación fuera empujada a un forzoso avance en nuestro país, la enseñanza está centrada en lo que los alumnos pueden hacer con la información que reciben. Atrás quedó el alumno que enfrascaba de memoria un montón de contenidos, para dar entrada a una nueva forma de aprender donde no sólo se pusieron a prueba los niños, sino por sobre todo el nuevo rol de los docente que debieron adquirirhabilidades ofimáticas virtuales básicas y destrezas especializadas para responder al nuevo contexto educativo.
“Estas habilidades abarcan cosas muy concretas como realizar búsquedas de información en internet, saber usar programas como Word, Excel, PowerPoint, varias aplicaciones, la plataforma de clases online, hasta otras más complejas como la identificación de factores de riesgo y salvaguarda de los niños frente a ciertas APPS o sitios web en aula”, explica Cristóbal Cristi, Digital Learning Adviserde la red de colegios Cognita.
Desafíos profesionales y sociales
Los especialistas proyectan que, hacia el futuro, los profesores deberán asumir tres funciones dentro del proceso educativo; Cumplir su rol de “docentes”; es decir, estar a cargo del aprendizaje y la preparación de las didáctica y dinámica.
Segundo, deberán asumir un rol de “tutor”, velando por mantener la motivación del estudiante y realizar seguimiento del progreso década uno de ellos.
Por último, tendrán la función de “mentor”, a cargo de asesorar la trayectoria formativa de cada niño e incluso detectar y potenciar su capacidad. Por lo mismo, la familiaridad con la tecnología no lo será todo. Además, los profesores deberán mejorar sus habilidades de comunicación, tanto verbales como no verbales y, por, sobre todo, la expresión escrita, ya que no estarán siempre de manera presencial con los alumnos.
Otro de los desafíos contrastantes que tendrán, es el desarrollo profesional continuo y el replanteamiento de la carrera de pedagogía. “Éstas deberán implementar un currículum de Alfabetización Digital en el futuro y ofrecer la posibilidad de obtener especializaciones o certificaciones que los vinculen con el conocimiento del mundo digital, como Common Sense, Google Certified Teacher, Apple Teacher o Microsoft Educator.
En Chile ya se cuenta con establecimiento haciéndose cargo de estos desafíos, es el caso de la red de colegios Cognita, que mediante un programa dirigido por expertos asesora a sus docentes en esta trasformación y en torno al aprendizaje digital. Un ejemplo único en el país, que se enmarca en la dirección de Proyectos Globales e Innovación de la red de colegios, que se encuentra en la fase de diseño de un currículum digital.
“Los objetivos de este programa, están a la par con aquellos usados en Europa y Asia. Donde se busca formar profesores no sólo como expertos en software educativo, porque la educación del futuro no es sólo eso, sino también busca dar un gran conjunto de herramientas que promuevan una ciudadanía digital saludable y sostenible, la cual otorgará a nuestros estudiantes habilidades que serán de utilidad en su futuro académico, laboral y social”, finaliza Cristi.
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