Comparte estos consejos para cuidar tu piel en invierno

Young woman applying facial cream in front of mirror

La piel seca y deshidratada puede ocurrir en cualquier momento del año. El problema se acentúa en esta época donde el aire frío y los sistemas de calefacción interior también pueden perjudicarla. “Esa combinación de temperaturas extremas puede hacer que tu piel se sienta seca, con picazón e incómoda. El aire seco puede provocar pequeñas grietas en su superficie, que actúan como puntos de entrada de impurezas que son dolorosas y antiestéticas”, explica Laura Chacón-Garbato, esteticista licenciada del International Dermal Institute de EE. UU y Directora de Capacitación Mundial sobre Productos y Nutrición en Herbalife Nutrition.

Para contrarrestar este daño, dice la especialista, es importante mantener nuestra piel sana durante todo el año y cuidarla con estos simples 9 consejos para mantenerla radiante incluso en invierno:

  1. Bebe más líquidos: La deshidratación de la piel ocurre cuando el cuerpo carece de humedad tanto por dentro como por fuera. Una persona promedio necesita de 8 a 12 vasos de agua por día. Tu piel te permitirá saber cuándo está deshidratada, luciendo opaca, cansada, irritada, escamosa y áspera. Con temperaturas cálidas durante los meses de verano, es natural beber automáticamente más líquidos, pero no disminuyas su consumo solo porque hace frío. Prueba con agua a temperatura ambiente o té caliente para mantenerte hidratado en los meses de invierno.

  2. Usa protector solar: El hecho de que no haga calor no significa que no haya rayos ultravioletas, así que no escatimes en el SPF 15 o más. Si necesitas humectación adicional en tu régimen de cuidado de la piel de invierno, busca protectores solares humectantes o intenta usar tu humectante de noche con tu protector solar encima. Las cremas nocturnas ofrecen ingredientes más ricos y emolientes que podrían ser excelentes durante los meses fríos.

  3. Considere agregar o cambiar productos según la temporada: Tus necesidades de cuidado de la piel pueden cambiar drásticamente según la estación. Eso es particularmente cierto si vives en un área con fluctuaciones extremas de temperatura entre el verano y el invierno (o entre las temperaturas del aire exterior e interior, gracias a la calefacción central). Si tu piel experimenta más sequedad en invierno que en otras estaciones, agrega un suero a tu régimen diario. El aceite de semilla de cáñamo es una gran adición porque proporciona humedad e hidratación adicional.
  4. Evita las duchas prolongadas: Nada se siente mejor en un día frío que un baño largo, humeante y caliente, pero la exposición prolongada al agua caliente puede deshidratar aún más la piel, al eliminar los aceites de la superficie. Por lo tanto, mantén tus duchas cortas y en el lado más fresco, si es posible. Usa solo baños de burbujas humectantes, jabones o geles de ducha que no contengan sulfatos y estén llenos de ingredientes humectantes como el Aloe vera.

 

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