Cada vez más padres y equipos docentes se han aventurado en apoyar la enseñanza de los más pequeños del hogar con recursos lúdicos, que además de ser divertidos, permiten a los estudiantes de primer ciclo aprender mientras juegan.
Norma Soto, docente de la escuela de pedagogía en educación diferencial de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, destaca los beneficios de los juegos de mesa en la educación.
“Los juegos de mesa además de ser entretenidos tienen muchos beneficios, trabajan el respeto gracias a la espera de turnos y las normas, además del trabajo en equipo, habilidades que extrapolan a la vida cotidiana. Por otro lado, está el desarrollo de la atención, concentración y memoria que se potencian dentro del juego”, cuenta Soto.
Uno de los juegos favoritos de los padres y educadores es Story Cubes, dados diseñados para que los jugadores inventen historias según los dibujos señalados en los dados que se lanzaron. A simple vista, este juego permite ejercitar la creatividad de los niños, pero viene acompañado de otros beneficios.
Desde el Observatorio del Juego recomiendan este título para trabajar la memoria, el trabajo a largo plazo y el desarrollo de la estructura de los textos narrativos (inicio, desarrollo y final). Además, potencia la lingüística, la expresión oral, el respeto y la escucha activa del otro que está contando la historia.
Una opción de transición entre los juegos para los más pequeños y los estudiantes que avanzan a la educación básica es Cortex Kids, un juego que ejercita la agilidad mental y visual de los niños y niñas y que además contiene desafíos matemáticos y lógicos sencillos para quienes empiezan a relacionarse con esta materia en el colegio.
Para Soto es ideal que los niños tengan acceso a juegos de mesa en sus casas para reforzar los contenidos aprendidos en el colegio, en especial en época de confinamiento: “Para cualquier niño en esta era digital, que están más acostumbrados a trabajar dentro de las pantallas. se hace más llamativo el juego de mesa porque son materiales más concretos. Si es posible tenerlos en la casa es de gran beneficio, pero si no, también se pueden crear y construir juegos según los intereses de cada niño o niña”, dice.
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