Si bien los niños no están dentro del grupo de riesgo del Coronavirus que ha tocado a muchos países alrededor del mundo, lo cierto es que ellos también pueden verse afectados. Por esto es natural preguntarnos ¿Cómo fortalecer su sistema inmune? Y la respuesta viene de la mano de una adecuada alimentación.
La coach en nutrición y salud de Clínica OS, Loreto Cárdenas indica que hay que entender que el 70% del sistema inmune corresponde al sistema digestivo (microbiota), es el segundo cerebro de nuestro cuerpo, por lo que cuando tenemos una digestión desequilibrada es cuando se daña la microbiota de nuestro sistema digestivo (conjunto de microorganismos benéficos que residen en nuestro intestino) y es ahí cuando bajan nuestras defensas y nos enfermamos. La Microbiota intestinal es el primer filtro del sistema inmunitario. Es nuestra primera línea de defensa y, de la salud de ella depende la fortaleza de nuestro sistema inmunitario”.
Ante esto “es importante educar a los niños en los hábitos alimenticios desde la infancia, pues ello repecutirá en su salud futura. Hay que crear hábitos donde se consuman alimentos naturales, siendo estos la base de su alimentación. Esto, porque la infancia es la etapa en que se encuentra más sensible a las enfermedades, ya que su sistema inmune esta aún inmaduro y en desarrollo”, indica la especialista.
De esta manera, es importante incluir prebióticos y probióticos en la alimentación diaria de los menores para así alimentar su microbiota. Loreto explica que los prebióticos están presentes de manera natural en vegetales y frutas como el ajo, la cebolla, el puerro, los espárragos, las alcachofas, los tomates, los plátanos, las ciruelas o las manzanas; en cereales como el salvado y en frutos secos como las almendras. Por lo que ellos deben formar parte de una dieta equilibrada y saludable.
En tanto, los probióticos se encuentran en alimentos ricos en bacterias benéficas como el yogur, queso, el kéfir, así como alimentos fermentados como el chucrut, la kombucha, pepinillo, etc.
Esto cobra más importancia si se considera que la alimentación actual esta basada en productos procesados cargados de azúcar añadida, grasas inflamatorias y carbohidratos refinados (masas, pan, harinas, pastas, etc) Esto nos llevan a alterar la microbiota y a debilitar nuestro sistema inmunitario, nos hacemos más vulnerables a todo tipo de infecciones.
Respecto a los lactantes, la especialista comenta que “la mejor manera de fortalecer las defensas es mediante la leche materna, ya que su composición aporta todos los elementos que el niño necesita para conseguir un crecimiento y desarrollo adecuado y al mismo tiempo previene enfermedades, no sólo mientras está siendo amamantado, sino muchos años después de haberse producido el destete”.
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