La piel -el órgano más grande del cuerpo- es un reflejo de nuestro interior y, en ocasiones, nuestro estado emocional o de estrés se traduce en una mayor sensibilidad cutánea. ¿Cómo podemos reconocer si nuestra piel es sensible o reactiva?…
La piel -el órgano más grande del cuerpo- es un reflejo de nuestro interior y, en ocasiones, nuestro estado emocional o de estrés se traduce en una mayor sensibilidad cutánea. ¿Cómo podemos reconocer si nuestra piel es sensible o reactiva?…