Aunque muchos asocian el uso de protector solar solo con la playa o las vacaciones, la exposición en la ciudad también puede dejar huellas. Cada trayecto al trabajo, una caminata al almuerzo o incluso el tiempo frente al computador pueden exponer la piel a radiación y luz que, con el tiempo, genera manchas, envejecimiento prematuro y pérdida de luminosidad.
La radiación ultravioleta no desaparece cuando el día está nublado ni cuando estamos bajo techo. De hecho, hasta un 80% de los rayos UV puede atravesar las nubes o los vidrios de una oficina, es por eso que el uso de protectores solares debe ser parte del cuidado facial diario no solo en el verano, sino que durante todo el año incluso en interior.
Nayibeth Andrade, Product Manager de Cetaphil explica que “hoy, las nuevas fórmulas están pensadas para la vida urbana: texturas livianas, acabado mate y protección reforzada contra la luz azul que emiten las pantallas, otro factor que daña la piel y acelera la oxidación celular”. El Cetaphil Sun Oil Control SPF 50+, es un protector solar facial de textura ultraligera, ideal para piel sensible. Su fórmula no comedogénica, que no obstruye los poros, protege frente a los rayos UVA y UVB, sin dejar residuo graso, lo que lo hace perfecto para usar bajo el maquillaje o en días de oficina.
“La clave está en aplicar el producto cada dos a tres horas, especialmente si hay exposición a la luz solar directa o a pantallas. Y siempre complementar con hidratación y limpieza suave para mantener el equilibrio de la barrera cutánea”, añade Nayibeth Andrade.
En definitiva, la protección solar urbana ya no es una tendencia, sino una rutina esencial. Cuidar la piel del rostro en la ciudad es una forma concreta de autocuidado: invisible, cotidiana y profundamente efectiva.
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