Lo que Christina Aguilera tiene es talento y lo ha demostrado en el Festival de Viña y en su primer concierto en el Movistar Arena.
Cerca de las 21:30 horas las luces se apagaban para dar entrada a un rojo vivo y un sinfín de gritos y aplausos con su nombre. Eran 12 mil asistentes emocionados con su presencia y coreando su entrada.
Se hizo esperar pero valió la pena. Ella era la protagonista; la mujer más esperada. Sublime y majestuosa, comenzó su presentación con uno de sus clásicos “Dirrty”, seguido de “Can’t hold us down”, desatando la euforia entre el público.
Si bien la artista presentó un setlist similar al del Festival de Viña (23/2), se sintió la diferencia. Interactuó con su público y agradeció todo el amor que ha recibido desde el inicio de su carrera. Además, recalcó la importancia de su apellido (Aguilera) y sus raíces latinas, tocando temas en castellano como: «Pero me acuerdo de ti”, “Falsas esperanzas” y temas de su nuevo disco: “Santo” y “Pa’ mis muchachas”.
Si bien el show duró un poco más de una hora, se sintió cortísimo. Una vez que “Let There be Love” sonó y el confeti con globos de colores se aproximaron, se sentía la nostalgia del cierre.
En el mundo del espectáculo no hay dos Christina Aguilera. Es única. La artista deleitó con su grandiosa voz, vestimenta, grandes músicos y bailarines de alta categoría que se complementaban para entregar un evento que sin duda, dará de qué hablar durante todo este 2023.
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