A fines de los ’90, Natura tomó la decisión histórica de incorporar ingredientes de la biodiversidad brasileña en la fabricación de sus productos cosméticos. La motivación, además de contribuir al desarrollo sostenible de la región a través de la transformación de los desafíos socioambientales en oportunidades de negocio más equilibradas y justas, tanto desde el punto de vista social, económico y ambiental, también fue el desafío de innovar en tecnologías sostenibles. Después de unos años de estudios de laboratorio y en la selva, los activos comenzaron a utilizarse cuando, en el 2000, se lanzó su emblemática marca Ekos.
Con la Amazonía brasileña al centro de este proyecto, la empresa fue pionera en el desarrollo de un modelo de negocio que busca valorar la economía forestal uniendo la ciencia, la naturaleza y el conocimiento tradicional. De esta forma, estableció un círculo virtuoso en el que se benefician todos los actores de su cadena de valor.
Desde entonces, de la mano de las comunidades locales de su cadena de valor, Natura ha contribuido a conservar más de 2 millones de hectáreas de bosque, lo que equivale a más de 2,7 millones de canchas de futbol.
La compañía, que trabaja con 40 comunidades y más de 8.100 familias agroextractivas integradas a su modelo de negocio, ha desarrollado 41 bioactivos de sociobiodiversidad a partir de 85 cadenas de suministro, entendiendo y respetando los límites forestales y el modo de vida local.
Gustavo Cruz de Moraes, gerente general de Natura Chile, indicó que durante el 2020 -cuando se conformó el grupo Natura &Co, que reúne a Natura, Avon, The Body Shop y Aesop- el holding cosmético lanzó su Visión 2030, apodada “Compromiso con la Vida”.
“Para abordar de manera integral algunos de los desafíos globales más urgentes, nos comprometimos a defender los derechos humanos, abrazar la circularidad, la regeneración y la crisis climática, protegiendo la Amazonía. Y en esa línea, seguimos movilizando esfuerzos colectivos para la cero deforestación en la región para el 2025 además de expandir de 2 millones a 3 millones de hectáreas el área que contribuimos a conservar”, explicó el ejecutivo.
“Sin embargo, queremos ir más allá, y nos esforzamos continuamente por aumentar el impacto socioambiental de Natura. Pero también somos conscientes de que una organización por sí sola no puede detener la deforestación en la Amazonía. Por eso invitamos a que otros se sumen a este desafío para que juntos podamos reinstaurar un mayor equilibrio”, agregó.
Tecnología con impacto positivo
Con este propósito, la compañía se asoció hace ya un año con MapBiomas, Hacklab e InfoAmazônia para desarrollar en conjunto un portal creado para movilizar a personas, empresas, instituciones y comunidades en torno a un objetivo: juntos, promover la conservación de la Amazonía y poner fin a la deforestación. Para ello, la herramienta conocida como PlenaMata cuenta con datos, indicadores y análisis, y busca promover el conocimiento y la visibilidad de las iniciativas de conservación y regeneración forestal, fomentando soluciones que mantengan la selva en pie.
Sumado a esto, este año el portal comienza a actuar como una plataforma global y trilingüe con campañas y acciones concretas para el público, ofreciendo contenidos también en inglés y español.
“Con el fin de asegurarnos de que nuestros esfuerzos realmente generen un impacto positivo, creamos una metodología de evaluación de impacto llamada Integrated Profit & Loss (IP&L), que reveló que -en promedio-, por cada real invertido por nuestro modelo de negocio en la región, generamos alrededor de R$ 8,6 en impacto positivo en el mismo territorio, como por ejemplo, la generación de ingresos para familias locales, desarrollo comunitario, mejoramiento de infraestructura y capacidad productiva, además de evitar la deforestación”, acotó Gustavo Cruz de Moraes.