Se ven como ropa interior normal, pero su diferencia radica en el tejido técnico con el que están elaboradas y sus 4 capas de absorción, las cuales no permiten que el flujo se transfiera a la ropa o piel. Parece muy bueno para ser verdad, pero ya son muchas las mujeres en el mundo que le han dicho adiós a las toallitas, tampones y copita, incorporando los calzones menstruales en su día a día.
Rev Underwear (https://rev-underwear.cl) es una de las marcas pioneras en calzones menstruales en Chile, y a los pocos meses de iniciado este proyecto han notado buena recepción por parte del público femenino, ya que es una nueva alternativa para vivir el periodo y al ser reutilizable genera un impacto positivo en el medio ambiente
“Las toallas higiénicas y las partes plásticas de los tampones demoran cientos de años en degradarse. Cambiándote a los calzones menstruales disminuyes la cantidad de plástico que botamos diariamente”, señala Carolina Herrera (socia de Rev Underwear).
ONU Mujeres calcula que un 26% de la población mundial está en edad reproductiva. Es decir, unos 1.800 millones de mujeres que cada mes menstrúan durante un periodo de entre dos y siete días. Durante su edad fértil una mujer podría llegar a utilizar 12.000 tampones o 6.000 toallas higiénicas, ambos elementos, desde que son desechados a la basura inician un camino de descomposición que dura entre 500 y 800 años.
Al contrario, las bragas menstruales no son eternas, pero sí resisten varios lavados antes de que se desgasten las telas. Realizando un cuidado adecuado del tejido (para lo que es esencial un correcto lavado del producto), los calzones menstruales pueden durar hasta 2 años o 60 lavados, una vida útil bastante larga, que también dependerá del uso y del tipo de flujo de cada mujer.