Llega el calor, las #ganasdesol aumentan y para poder disfrutar del sol de la manera más saludable debemos cuidar y proteger nuestra piel. En el caso de los niños, adoptar buenos hábitos y usar un protector solar formulado para ellos es clave para reducir el riesgo de sufrir quemaduras y daño solar a largo plazo, como el cáncer de piel.
- Fórmula específica para su piel
La piel de los niños es más frágil que la de los adultos, va madurando progresivamente. Su piel es más fina, menos resistente, es especialmente sensible a temperaturas extremas y cambios de temperatura, tiene mayor tendencia a la sequedad y es más sensible a la radiación solar. Por ello es muy importante que su protector solar esté testado dermatológicamente y pediátricamente.
¿Qué significa testado pediátrica y dermatológicamente? Indica que el producto ha sido probado en sujetos para comprobar su eficacia y tolerancia en condiciones reales de uso bajo la supervisión de un dermatólogo y un pediatra.
¿Qué significa hipoalergénico? Indica que el producto ha realizado un test específico para confirmar un riesgo bajo de producir reacciones alérgicas. En ISDIN, además, nuestras fórmulas están evaluadas para confirmar que sus ingredientes son respetuosos con la piel.
- Fórmula específica para su edad: Menores de 6 meses: Pediatras y dermatólogos recomiendan no exponer a los bebés menores de 6 meses a la luz solar directa. Utilizar en bebés a partir de 6 meses en adelante. Recomiendan el uso de protectores solares a partir de 6 meses, principalmente fotoprotectores minerales y sin perfume, como Fusion Fluid Mineral Baby Pediatrics, para minimizar los riesgos de alergia y reacción en la piel.
- Hasta los 3 años de edad es recomendable usar ropa con tejidos que protejan del sol.
- En todas las edades es aconsejable el uso de lentes de sol y gorros.
- Protección alta: El FPS (Factor de Protección Solar) o en inglés SPF (Sun Protection Factor) hace referencia al grado de protección frente a la radiación UVB (ultravioleta B) del sol. Esta radiación tiene mucha energía y es la causa principal de las quemaduras solares. La quemadura solar es un efecto indeseable a corto plazo, no obstante, la piel tiene memoria. Los efectos acumulativos del sol pueden ser mucho más graves y aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Cuando el niño es más pequeño, debe preocuparnos sobre todo de que no sufra quemaduras solares. Según vaya creciendo, la prioridad será enseñarle unos buenos hábitos de protección solar.
Las quemaduras solares son dolorosas y molestas y pueden requerir en ocasiones de evaluación por parte de un médico. Además, pueden acompañarse de un “golpe de calor” o síntomas generales como mareo, décimas o incluso deshidratación. Esto es debido a que se ha estado expuesto al sol durante mucho tiempo. Por eso es tan importante cuidar y proteger la piel de los niños desde bien pronto.
¿Sabías que el 80% de los melanomas se asocian a padecer quemaduras solares antes de los 20 años? Es muy importante proteger a nuestros hijos del sol desde pequeños con filtros adecuados y educarles en el hábito. Tomar el sol es agradable, pero todos somos sensibles a la luz solar en mayor o menor medida. En general, las pieles claras necesitan protegerse más del sol que las pieles oscuras, pero en el caso de los niños lo más recomendable es utilizar siempre un SPF alto: 50, o muy alto: 50+.
¿Qué significa protección alta? La normativa vigente regula la clasificación de SPF en baja, media, alta y muy alta. Esta normativa de etiquetado tiene la finalidad de simplificar los SPF para facilitar su lectura. Un SPF de 30 a 50 está catalogado como protección alta. Un SPF 50 protege frente casi un 99% de los rayos UVB. Recuerda que esto ocurre si aplicas el fotoprotector generosamente, si no aplicas la cantidad adecuada puede que no estés bien protegido. El sol también emite radiación UVA (ultravioleta A), responsable del fotoenvejecimiento prematuro, las manchas y el cáncer de piel.
- Textura ultraligera y alta tolerancia: Para poder usarlo a diario es importante que el protector solar para niños sea agradable de aplicar, se extienda bien, se absorba rápido y no deje residuo blanco. Si cuesta de extender, tardaremos más en aplicarlo y será molesto para el niño. Además, como padres, necesitamos que toda la familia pueda aplicarse la crema, sea cual sea su tipo de piel. Por ello, los fotoprotectores pediátricos son aptos para todo tipo de pieles, incluida piel atópica. Un adulto puede usar un protector solar para niños pero al revés no es aconsejable. Los fotoprotectores pediátricos están específicamente formulados para las necesidades de su piel.
¿Qué significa resistente al agua?: Indica que el protector solar resiste a 2 baños de 20 minutos, es decir, un máximo de 40 minutos y recuerda que hay que reaplicarlo tras nadar, llenarse de arena e incluso secarse con una toalla.
Descubre la gama de fotoprotectores Pediatrics de ISDIN, específicamente formulada para la piel de los niños, los aliados perfectos para proteger la piel de nuestros hijos mientras disfrutamos del sol de la manera más saludable.