Frutos Familiares es una pequeña empresa nacida en la Provincia de Chacabuco, que combinó el legado ancestral con la innovación, para dar valor agregado a las verduras convirtiéndolas en mermeladas reducidas en azúcar. “Reinventamos el concepto de mermeladas para poder incluirlas preparaciones gourmet de todo uso”, explica Pamela Hernández, fundadora de Frutos Familiares.
En la Cocina Comunitaria de Til Til, implementada por la Corporación Empresarial Pro Til Til, la emprendedora prepara las mermeladas a fuego lento, para luego estabilizarlas al vacío, envasarlas y etiquetarlas con la resolución sanitaria que corresponde para su comercialización.
“Las mermeladas de frutas se encuentran en todas partes y fueron diseñadas como mecanismo de almacenamiento, para aprovechar los frutos de la temporada de verano. Pero, en Frutos Familiares hemos integrado las verduras para ampliar este concepto, integrando otros frutos de la tierra que están disponibles todo el año”, sostiene Pamela Hernández.
Y aunque, como a muchas pymes, la pandemia quiso darle con la puerta en la cara a este emprendimiento familiar, lejos de detenerse, la emprendedora de Til Til se ha estado capacitando y pensando en nuevas formas de comercialización. De hecho, tomó un curso de manipulación de alimentos orientado al cumplimiento del estricto protocolo frente al COVID-19. “Nos estamos certificando para cumplir con los estándares de manipulación de alimentos en esta temporada de pandemia”, afirma la fundadora de Frutos Familiares.
Al igual que Pamela, en la Cocina Comunitaria Til Til -ubicada en Av. La Paz 395-B- trabajan otros emprendedores de la comuna, que cuentan con un espacio habilitado para cocinar y envasar con resolución sanitaria diversos productos, entre ellos, manjar, alfajores, tortillas y aceitunas, por mencionar algunos.
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