Fue una gran fiesta con cuatro importantes estaciones que reflejaban el día a día en la fábrica de chocolates Varsovienne, donde destacaban por supuesto sus bombones tradicionales, sabores y texturas, además, de sus exquisitas calugas de leche. También se dio a conocer la estación de trufa donde el público pudo elegir sabores y texturas, bañarlos con diferentes chocolates y acompañamientos. La celebración se realizó en el icónico Municipal de Santiago, debido a que todo comenzó en 1954 en la chocolatería de Tenderini, ubicada al costado del teatro.
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