El LG G7 ThinQ me dejó muy buenas sensaciones. No había tenido la oportunidad de probar uno de gigante coreano. Desde el momento en que abres la caja te encuentras con un smartphone de pantalla bien grande y no es tan pesado como uno imagina. Su diseño me encantó desde el primer momento. Es el dispositivo más moderno que la compañía coreana tiene disponible en el mercado mundial.
Pero hoy en día, los usuarios necesitamos estar 24/7 conectados, tener una buena cámara que nos entregue ojalá las mejores fotografías, nítidas y casi al nivel máximo de profesionalismo. En cuanto a las especificaciones más técnicas, me gusta lo elegante que se ve, que también tenga lector de huella… Pero lo cierto es que esta vez, probé el smartphone junto a mi hijo adolescente de 15 años, quien también quiso poner a prueba el LG G7 ThinQ, pero en lo que más les gusta a los de su generación: jugar Fortnite. Esto porque alucinó con la pantalla que es espectacular con una resolución y brillo altísimos.
Debo decir que siempre ando preocupada de que la batería se agote, pero lo bueno de este smartphone es que recarga en poco tiempo, tiene un altavoz potente para quienes mandamos varios audios de voz y al conectarlo para ver alguna serie de Netflix o cargar algún video, su sonido e imagen son realmente muy buenos. Puedes sentir la vibración cuando está reproduciendo algún videojuego o serie debido a sus potente parlante. Nada que envidiarle a los de más gama alta.
Pero también debo decir que lo que no me gustó es que a diferencia de otros que he podido probar, el LGG7 tiende a “calentarse” a menudo, en especial cuando mi hijo decidió probarlo al jugar Fortnite. Y lo cierto es que después de usarlo un buen rato para disfrutar una película online, también le ocurre, pero creo que de todas formas sigue siendo uno de los más potentes de los smartphones y su interfaz se mueve a la perfección, no tiene saltos perceptibles entre aplicaciones, y cuando lo sometes a multitareas no presenta problemas. En palabras simples este móvil responde perfecto a los contenidos multimedia, lo cual es una garantía por su precio.
Por ejemplo, el lector de huellas ubicado debajo de la cámara, es fácil y cómodo. La grabación de cada huella es muy rápida y desbloquea de igual forma. Esta vez no usé el reconocimiento de voz.
Y tal como decía antes, la toma de fotos es casi lo más importante hoy en día cuando queremos elegir un smartphone. El LG G7 ThinQ entrega fotos luminosas hasta en entornos oscuros. El enfoque automático es rápido, pero no demasiado preciso en los macros. A veces pareciera que pierde el enfoque, pero es el ajuste que hace antes de sacar la foto y no satura en exceso.
Es capaz de detectar el momento en que poca luminosidad y su Inteligencia Artificial es capaz de detectar cuando quieres tomar una foto de comida, personas, paisajes o atardeceres. En resumen: puedo decir que me sorprendió gratamente.
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