No solo en verano la piel es más propensa a sufrir agresión de ciertos factores como la radiación UV, sequedad, debido a las altas temperaturas y poca humedad. Por el contrario, durante las estaciones frías también se pueden presentar diversos riesgos que pueden debilitar los métodos de autodefensa de la piel y provocar serios problemas. El smog, cuyos índices de emisión se disparan entre marzo y septiembre, es el principal enemigo de la piel en esta época. Además, de los cambios bruscos de temperatura causados por el exceso de ropa y calefacción, afectan a algunas personas.
“El cuidado de la piel en invierno, es tan importante que puede causar una consistente sequedad”, explica Alejandra Abarca, cosmetóloga de The Body Shop. Según la profesional, el smog produce mayor obstrucción de los poros, lo que hace que aparezcan impurezas como granos y grasas en la piel.
El frío disminuye la irrigación sanguínea, por lo que la piel se deshidrata. Y en esta época las personas consumen menos frutas y verduras, también carece de nutrición. “Es muy importante atender las necesidades de nuestra piel considerando que dichos factores externos influyen en su bienestar. Debemos poner atención a los signos de alerta como rojeces y descamación”, agrega.
Pero no todo es gris durante esta estación. El invierno trae la ventaja de realizar tratamientos en el rostro como exfoliaciones más profundas o peeling químicos. Dichos procesos no son recomendados aplicarlos en verano debido que la piel queda muy sensible y no debe exponerse al sol. Pese a que los índices de radiación UV son más bajos en estos meses, el riesgo de que se manche la piel de todos modos es latente. “Los peelings sirven para acelerar el proceso de renovación celular, mejorar la superficie cutánea y su calidad. Por ningún motivo se debe dejar de usar protector solar. Es necesario utilizarlo durante todo el año”, señala la cosmetóloga Alejandra Abarca.
La cosmetóloga de The Body Shop te dará los mejores consejos para mantener tu piel saludable y limpia en esta temporada:
- Limpiar muy bien la piel, con un producto específico según cada necesidad (piel grasa, mixta o normal) y tonifica todos los días, en la mañana y en la noche. Puede ser un tónico hidratante, loción astringente y purificante, loción emoliente o equilibrante, según características de tu rostro.
- Exfoliación, para pieles grasas y sensibles, de ser una vez a la semana y siempre en la noche. Pieles normales a secas, dos veces por semana. Puedes elegir exfoliantes más potentes en esta época, siempre que no tengas una piel sensible o atópica. Para complementar el tratamiento, aplica mascarilla una para tu tipo de piel y según lo que quieras conseguir (nutritiva, hidratante, reafirmante etc.) déjala actuar de 15 a 20 min, retira con esponjas y agua tibia. Luego aplicar una crema hidratante. Se recomienda utilizar la mascarilla exfoliante facial 3 en 1 de la línea de árbol de té de The Body Shop, especial para combatir las imperfecciones y el exceso de grasa.
- Hidrata todos los días, prefiere productos con buenas formulas, libres de parabenos y no oleosos. Se recomienda utilizar la crema hidratante corporal de leche de almendras y miel de The Body Shop, suaviza y reconforta la piel durante 48 horas.
- Utiliza siempre contorno de ojos, sobre todo en las noches, más aún si tu piel es seca, ya que en esta zona se tienden a marcar las líneas de expresión. Deben ser ricos en hidratantes y vitaminas. La crema gel de contornos de ojos de la línea Oils of Life de The Body Shop, conocido por sus propiedades revitalizantes reparadoras que reduce los signos de la edad para obtener una piel más radiante.
- Realiza una limpieza facial profunda cada seis semanas, o un peeling con agentes naturales y no muy altas concentraciones de ácidos (este último con un máximo de 8 sesiones, a menos que sea realizado por un médico).
- Utiliza siempre protector solar, de preferencia fluido, no comedogénico (que no obstruye los poros) y con factor de protección alto (factor 50).
- Protege tus labios con bálsamo o manteca natural, no prefieras labiales de fijación ya que estos resecan demasiado.
- Exfolia tu cuerpo en la ducha una o dos veces por semana con exfoliantes de preferencia de semillas, cáscaras de frutos, o guantes de fibra vegetal. Esto mejorará tu circulación y oxigenación de tejidos. Pon énfasis en zonas más ásperas como codos, rodillas, manos y pies.
- Hidrata la piel de tu cuerpo a diario: utiliza leches, emulsiones o cremas. Pueden ser con o sin perfume, en la piel del cuerpo esto no afecta y aporta una experiencia agradable si elegimos un aroma de nuestro gusto.
- Utiliza cremas untuosas o mantecas para zonas como manos, codos y pies, porque estas zonas son más propensas a la resequedad.
- Vida saludable, tomar mucho líquido, ejercítate al menos dos veces por semana, come 5 veces al día, prefiere alimentos bajos en grasas y azúcares, toma un día de relajo total cada 15 días. Abrígate bien y cuidado con los cambios bruscos de temperatura. “El cuidado interno también es importante en la salud. Y sobre todo se refleja en nuestra capa más externa que es la piel”, concluye la cosmetóloga.
|
Deja tu respuesta