Cuando se trata de vestirnos o de lograr esa ansiada figura delgada y estilizada, una de las reglas básicas es evitar los «estampados», ya que aportan mucho volumen. Lo mismo ocurre con las rayas. Por ejemplo, las verticales por si solas o en combinación con pequeños espacios de forma horizontal, pueden crear un efecto visual en la forma de tu cuerpo, que te harán aumentar la estatura y disminuir el ancho del tu cuerpo.
Pero según una investigación de la University Medical Center Utrecht, de los Países Bajos, dice que observar fijamente las rayas, causa un aumento en las «oscilaciones gamma» del cerebro, lo que provoca dolores de cabeza e incluso convulsiones. Explican además, que esto es similar a lo que sentimos cuando miramos una escalera mecánica en movimiento.
En lo personal, no me gusta mucho usar prendas con rayas, pero sí me gustan un poco más las verticales. Estos son algunos ejemplos prácticos para no dejar las «rayas» en el baúl de los recuerdos.
1.- La combinación top es en blanco y negro. Es un outfit que nunca pasa de moda.
2.- Un contraste siempre es bueno. Por ejemplo, puedes usar en la parte superior un top o una polera a rayas y, en la parte inferior un pantalón o falda de un solo tono como azul, negro, rojo o el color que tú prefieras.
3.- Si quieres reducir un poco las piernas, lo ideal es usar unos pantalones ceñidos con una camisa o una chaqueta más larga a rayas verticales.
4.- Los pantalones palazzo te aportan visualmente altura y crean un afecto más acinturado a tu cuerpo. Lo mejor es que se pueden combinar con poleras básicas, es mejor evitar los estampados, pero con una delicada polera a rayas también se ve espectacular.
Todas las combinaciones que desees pueden deslumbrar con chaquetas o suéters largos, que es una forma de incorporar las rayas en tu outfit estiloso.
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